NOTA: Este será el primero de una serie de artículos sobre el problema de la vivienda. Artículos que he escrito en los últimos 7 años. Este concretamente es de cuando Aznar era presidente y se jactaba de que los precios no eran altos, porque todos los pisos que se hacían se vendían, mostrando, como el actual presidente, sus grandes dotes de predicción, en un asunto en el que era evidente, la pirámide especulativa, que tenia como fondo y final, la capacidad de endeudamiento limitado de las familias españolas que no iba a tardar en llegar, ahora lo tenemos encima. ¿ Si los salarios subían cada año un 100 o 200% por debajo de las constantes subidas de la vivienda.¿ Con íbamos a pagar los trabajadores la viviendas? ¿ Acaso habían pensado que algún día lloverían billetes de 500 euros?
¿Vivienda o Cárcel?
Hace tiempo, ya casi más de 13 años que desde mi subjetivo punto de vista personal, creo que es la vivienda el mejor arma de sometimiento al sistema..
El valor de la vivienda viene teniendo como efecto social, unido a los abusos que por norma supone el capitalismo respecto de los derechos que el trabajador tiene, un sometimiento al yugo capitalista sin solución de discontinuidad, porque el tiempo de pago se alarga en las grande urbes, tanto como la vida laboral que podemos soportar los trabajadores y que el mercado laboral nos ofrece.
Pero si lo anterior tiene importancia para libertad del hombre, para una sociedad de hombres libres, lo es aún más que la edad en que son precisos los máximos esfuerzos para el pago de esa vivienda es la edad en la que el hombre, las personas, podemos hacer valer nuestro vigor revolucionario, nuestro vigor vital, nuestro vigor físico, contra un sistema que nos somete. Un sistema que, sabedor de que el sometimiento por la fuerza bruta en la sociedad actual no funcionaria, ha diseñados armas sutiles de sometimientos que pasan inadvertidas, para la generalidad de los mortales, provocando menos rechazo social que los continuos decretazos, cuando en cambio la perdida de libertad, y dignidad que provocan es absoluta. Hoy la vivienda es por su precio, la mejor condena diseñada contra la contestación social a los abusos de derechos y ejercicio de las tan proclamadas libertades. Es hoy la vivienda una cárcel sin funcionarios, donde la comida no la paga el Estado, pero en la que los ocupantes tiene de facto restringidos los derechos laborales. ¿Quien se atreve a exigir sus derechos si sabe que necesita mas de media vida laboral para pagar su techo?
Por estas cosas y muchas como estas Somos Muchos y Seremos Mas.
Este articulo se publico en la web de Falange Autentica en noviembre del 2002