Al volver de Semana Santa, nos encontramos con:
- 50.000 folios que esconden la corrupcion total de la España actual, desde los que descaradamente parece que nos han robado, los que lo han consentidos mediante la omisión, o el recibo de dádivas. Y las de los del otro bando, que desde un ministro, Bermejo, hasta un juez, Garzón, se fueron a cazar, juntos cuanto esto salia a luz publica, alguno de ellos sin licencia para cazar, creo que el mismísimo ministro, ahora ex-ministro. Y luego realizaron escuchas ilegales, que contravienen gravemente la reglas de las garantías jurídicas del Estado de Derecho, mientras un medio de comunicación publicaba lo que debiera haber sido secreto del sumario. Toda la corrupcion reunida en un mismo caso. Y ojo, comienzo a pensar ¿que si eso de las escuchas no ha sido una acción previa y concienzudamente preparadas para amenazar amedrentar?, pero que a la hora de la verdad puedan quedar invalidadas gran parte de las pruebas que impida que estos asalta caudales publico salgan, como salen todos, de rositas, ricos para no trabajar en su vida. ¿ No se estar buscando un pacto de Estado entre los que nos roban a todos?.
- Nos hemos desayunado con una imagen siempre repugnable, el arrebatarle lo poco que tiene, al mas débil. Los derribos en el barrio de El Cabanyal en Valencia, donde los mas humildes tendrá que dejar sus viviendas y muchos de ellos no tienen para pagarse otra. Que pocas, ninguna, expropiación hicieron para hacer viviendas durante los últimos 30 años para evitar la usura y la especulación.
- El constante durante el mes de Marzo, sin que exista una política real de reducción del gasto publico y un política real para poner en orden el desorden y descontrol del trabajo que se realiza en la administración tanto por personal funcionario, como por personal que son puesto de designación política. Todo después de tres años de crisis.
- Y además nos hemos sorprendido estos días con el asesinato de un menor a manos de otra menor.
Observando estos hechos, me vienen a la memoria las palabras que ayer le escuche a Juan Manuel de Prada, que vino a decir que una sociedad que no tiene el freno de la moral y la ética, no puede esperar nada del Derecho, de la Ley. De nada vale Ley y el Derecho si en la sociedad se ha perdido la moral y los principios.
Frente al tiempo del talante y la tolerancia, pervertidas en sus significados, va llegando la hora de los INTOLERANTES, de los que no debemos seguir tolerando que se nos robe en nuestra caras, que se nos hable de democracia, y nuestra opinión no valga de nada. El tiempo de los que no debemos tolerar que se adoctrine a nuestros hijos en la falta de normas, a la que se llama desde los programas televisivos, y los programas educativos que lanzan los distintos ministerios. Y la promoción impune de la violencia, de todo tipo. Y el tiempo de los que no TOLERAMOS la promoción de la ignorancia, la zafiedad, la vulgaridad como elementos indispensables para alcanzar la relevancia social que hoy produce el ser FAMOSO, ( tipo que no he hecho otra cosa que se captado por una cámara y difundida su imagen a millones de hogares).
Cuando se tolera lo intolerable, la paz deja de ser un estado de la conciencia, para ser transitoriamente quizás, la ausencia de guerra, pero que produce muchas victimas inocentes, de las que no somos conscientes mientras que no nos toca de cerca.
Machacando las Almendras