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Poesía que Promete XXIX: ROMANCE DEL NIÑO PERDIDO
He encontrado en la Red distintas versiones del Romance del Niño Perdido. Este romance lo escuché muchas veces cuando era pequeño, a mis padres. Es un romance que me encantó escuchar desde que lo escuché por primera vez. La versión que se canta en Guareña, al menos la que se canta en nuestra familia, no es exactamente esta, pero es muy similar en esencia, cambian algunos términos. Esta noche seguramente en casa de mis padres la volveremos a entonar, en homenaje a ese Dios hecho hombre. A ese hombre que debiera ser nuestro ejemplo, nuestro ídolo, nuestro guía. FELIZ NATIVIDAD de niño Dios y todos especialmente a los que la preocupación y la desesperación no les deja un espacio para el sosiego.
Madre, en la puerta hay un niño
más hermoso que el sol bello,
yo digo que tendrá frío,
porque el pobre viene en cueros.
- Pues dile que entre
y se calentará,
porque en esta tierra
ya no hay caridad,
porque en esta tierra
ya no hay caridad.
Entró el Niño y se sentó
y, apenas se calentaba,
le pregunta la señora
de qué tierra y de qué patria.
- Mi padre del Cielo,
mi madre también.
Yo bajé a la Tierra
para padecer,
yo bajé a la Tierra
para padecer.
- Hazle la cama a este niño
en la alcoba y con primor.
- No me la haga usted, señora,
que mi cama es un rincón.
Mi cama es el suelo
desde que nací
y, hasta que me muera,
ha de ser así,
y, hasta que me muera,
ha de ser así.
Estando cenando el Niño,
las lágrimas se le caen.
- Dime, niño, ¿por qué lloras?
- Que me acuerdo de mi madre.
Mi madre de pena
no podrá comer
si no la consuela
señor San José,
si no la consuela
señor San José.
A otro día por la mañana,
el Niño se levantó
diciéndole a la patrona
que se quedara con Dios,
que se iba al templo
que esa era su casa,
donde vamos todos
a dar alabanzas.
donde vamos todos
a dar alabanzas.
Machacando las Almendras-
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Poesía que Promete XXVII: ¿Por qué cantamos? de Mario Benedetti
¿Por Qué Cantamos?
Mario Benedetti
Si cada hora viene con su muerte
si el tiempo es una cueva de ladrones
los aires ya no son los buenos aires
la vida es nada más que un blanco móvil
usted preguntará por qué cantamos
si nuestros bravos quedan sin abrazo
la patria se nos muere de tristeza
y el corazón del hombre se hace añicos
antes aún que explote la vergüenza
usted preguntará por qué cantamos
si estamos lejos como un horizonte
si allá quedaron árboles y cielo
si cada noche es siempre alguna ausencia
y cada despertar un desencuentro
usted preguntará por qué cantamos
si el tiempo es una cueva de ladrones
los aires ya no son los buenos aires
la vida es nada más que un blanco móvil
usted preguntará por qué cantamos
si nuestros bravos quedan sin abrazo
la patria se nos muere de tristeza
y el corazón del hombre se hace añicos
antes aún que explote la vergüenza
usted preguntará por qué cantamos
si estamos lejos como un horizonte
si allá quedaron árboles y cielo
si cada noche es siempre alguna ausencia
y cada despertar un desencuentro
usted preguntará por qué cantamos
cantamos porque el río está sonando
y cuando suena el río / suena el río
cantamos porque el cruel no tiene nombre
y en cambio tiene nombre su destino
cantamos por el niño y porque todo
y porque algún futuro y porque el pueblo
cantamos porque los sobrevivientes
y nuestros muertos quieren que cantemos
cantamos porque el grito no es bastante
y no es bastante el llanto ni la bronca
cantamos porque creemos en la gente
y porque venceremos la derrota
cantamos porque el sol nos reconoce
y porque el campo huele a primavera
y porque en este tallo en aquel fruto
cada pregunta tiene su respuesta
cantamos porque llueve sobre el surco
y somos militantes de la vida
y porque no podemos ni queremos
dejar que la canción se haga ceniza.
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