Como muestra ajustada de su calidad humana y profesional, extraemos de Vistazoalaprensa el siguiente documento:
NOTA DE LA REDACCIÓN:
ISMAEL MEDINA tuvo el coraje de despedirse de sus lectores cuando se veía ya iniciando su último viaje y dictó el texto que sigue a su hijo. Le encargó que lo enviase al Diario de Burgos, publicación con la que también colaboraba, pero no le dio tiempo a terminar su despedida para los lectores de Vistazoalaprensa. Por tal motivo, nos permitimos reproducir a continuación su última columna en el periódico burgalés que consideramos también su adiós a nuestros lectores:
"ÉSTA es la última columna de Corazón sin Coraza. La escribe mi hijo al dictado de mis emociones. Yo he de partir hacia un destino soñado: el del reencuentro con mis dos hijas, Miriam y Esther, y el amor de mi vida, Conchita. Ante eso ya no hay crisis, ni dislates políticos, disparates legislativos, incongruencias administrativas o francachelas mundanas que me retengan. Me voy en paz con la vida, pues las satisfacciones y las alegrías pueden más que los embates del dolor, la incomprensión y las difíciles experiencias que ésta me ha deparado. Creo honestamente que he sido consecuente con mis ideas y en todo momento sincero con mis lectores, a los que he ofrecido mi punto de vista sin otra pretensión que llevarles a la reflexión y ayudarles a decidir por sí mismos. He callado lo que pensaba que debía callar; y he dicho lo que creía que había que contar, siempre en posesión de información y nunca desde la especulación. La opinión debe construirse desde el conocimiento de los hechos comprobados y no de la rumorología y los cotilleos de salón. Y ello ha constituido siempre la base de mi independencia profesional, que creo haber mantenido hasta el final a pesar del excesivo coste personal que en ocasiones me he visto obligado a pagar. Sé que en estos días se dirán muchas cosas de mí. Unas buenas y otras malas. No me preocupa. Nunca me ha preocupado. Siempre he pensado que es mejor no hacer caso, antes que iluminar a los ignorantes con la verdad. Allá ellos. Me quedo con lo mejor, con la familia y los amigos, a los que tengo verdadera devoción. Porque, créanme, es lo que realmente merece la pena en la vida: el amor de los tuyos. Éste es el equipaje con el que emprendo mi último viaje hacia el reencuentro ya anunciado, embarcado en la fe de lo que me voy a encontrar. Lo único que siento es no poder volver a ocupar este espacio para contarles mi experiencia. No me queda otra que despedirme con un simple y entrañable A Dios.
2 comentarios:
Soy de las que pienso que estamos aquí por algo y para algo. No estamos de paso, y es necesario que la oportunidad que tenemos de estar aquí la aprovechemos al máximo y sobre todo, que intentemos aportar algo en esta sociedad para que llegado el día en el que tengamos que despedirnos, se pueda hacer con todos los honores, y uno entre tantos está el de conservar la FAMILIA y los amigos. Y porqué no, pensar que seguiremos unidos a ellos allá donde nos vayamos después de esta viaje, el viaje de la vida.
Jit
Volvemos a coincidir. Referido a esto se me viene a la cabeza una frase de Jose Antonio, hombre que pudo haber vivido una vida cómoda, sin sobresaltos, y prefirió lo difícil,"la vida no vale la pena sino es para quemarla al servicio de una causa grande,justa"
Los amigos y la Familia son un armazón importante en esa arquitectura de vida.
Un saludo.
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