Contra la Usura y Despilfarro

Contra la Usura y Despilfarro
Los culpables siguen cobrando cifras millonarias

POESIA QUE PROMETE IV. Vientos del Pueblo me Llevan



Vientos del pueblo me llevan

Vientos del pueblo me llevan,
vientos del pueblo me arrastran,
me esparcen el corazón
y me aventan la garganta.

Los bueyes doblan la frente,
impotentemente mansa,
delante de los castigos:
los leones la levantan
y al mismo tiempo castigan
con su clamorosa zarpa.

No soy un de pueblo de bueyes,
que soy de un pueblo que embargan
yacimientos de leones,
desfiladeros de águilas
y cordilleras de toros
con el orgullo en el asta.
Nunca medraron los bueyes
en los páramos de España.

¿Quién habló de echar un yugo
sobre el cuello de esta raza?
¿Quién ha puesto al huracán
jamás ni yugos ni trabas,
ni quién al rayo detuvo
prisionero en una jaula?

Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
labrados como la tierra
y airosos como las alas;
andaluces de relámpagos,
nacidos entre guitarras
y forjados en los yunques
torrenciales de las lágrimas;
extremeños de centeno,
gallegos de lluvia y calma,
catalanes de firmeza,
aragoneses de casta,
murcianos de dinamita
frutalmente propagada,
leoneses, navarros, dueños
del hambre, el sudor y el hacha,
reyes de la minería,
señores de la labranza,
hombres que entre las raíces,
como raíces gallardas,
vais de la vida a la muerte,
vais de la nada a la nada:
yugos os quieren poner
gentes de la hierba mala,
yugos que habéis de dejar
rotos sobre sus espaldas.

Crepúsculo de los bueyes
está despuntando el alba.

Los bueyes mueren vestidos
de humildad y olor de cuadra;
las águilas, los leones
y los toros de arrogancia,
y detrás de ellos, el cielo
ni se enturbia ni se acaba.
La agonía de los bueyes
tiene pequeña la cara,
la del animal varón
toda la creación agranda.

Si me muero, que me muera
con la cabeza muy alta.
Muerto y veinte veces muerto,
la boca contra la grama,
tendré apretados los dientes
y decidida la barba.

Cantando espero a la muerte,
que hay ruiseñores que cantan
encima de los fusiles
y en medio de las batallas.

Miguel Hernández

3 comentarios:

Begoña S.R. dijo...

M Hernandez...poesía siempre actual, cada vez que la leo me aporta cosas diferentes.
Un saludo

Cecilia dijo...

Grande Don Miguel,
sangre vertida como tantas, responsables los de siempre, TODOS LOS QUE ACUSARON A OTROS...encarcelado por sus enemigos, abandonados por los que se dijeron amigos...grande don Miguel, como a un RAYO QUE NO CESA, la España honrada no te olvida...

Unknown dijo...

Tengo por ahí alguna foto curiosa y que la primera vez me impactó, eran un grupo de falangistas (auténticos) que en el cementerio de Alicante, camino hacia la fosa donde inicialmente estuvo enterrado Jose Antonio, se detenían en la tumba de Miguel Hdez, y unos con respecto rezaban y alguno depositaba también cinco rosas.

Son esas otra gentes que desde todos los lados no hielan corazón. Esos que Carmen ha llamado acertadamente la España honrada.

Un saludo.
Machacando las Almendras.